Del 17 de octubre de 2014 al 11 de enero de 2015 el Museo Nacional de Artes Decorativas expone la obra de Rafael García (Valencia 1914-Madrid 2008). Uno de los más importantes decoradores y diseñadores madrileños y uno de los protagonistas de la transformación que la decoración de interiores española experimentó durante la segunda mitad del siglo XX.
A él se deben la
configuración estética de la Gran Vía en los años cuarenta y cincuenta,
la difusión del diseño del Movimiento Moderno y norteamericano de
entreguerras en nuestro país, y la creación de la primera «marca España»
de nuestra historia, a través de una característica propuesta de
interiorismo. Todavía hoy seguimos viviendo en ambientes herederos de
sus propuestas.



Proyecto Hotel Astoria de Madrid. 1946-1948

La Gran Vía de los años cuarenta y cincuenta fué el escaparate elegante y sofisticado de un Madrid que se recuperaba a duras penas de la Guerra Civil. Rafael García decoró cines, salas de fiestas, cafeterías y tiendas de moda, en los que trataba con tanto cuidado los muros, techos, suelos y escaleras como los muebles y los adornos.
La pintura  y la escultura desempeñaron un papel primordial en sus ambientes. Artistas como Stolz Viciano y Marco Pérez, pintaron lienzos y esculpieron tallas en madera que se convirtieron en marca de la casa.





En 1955 Rafael García adquirió la patente de la empresa norteamericana Knoll International para la producción y comercialización de célebres diseños de Mies van der Rohe, Saarinen y Bertoia.

La Colaboración con el arquitecto Miguel Fisac, que compartía sus intereses estéticos, dió como resultado una silla emblemática y la fachada renovada de la nueva fábrica de la Avenida del Mediterráneo.
Con todos estos diseños, Rafael García abordó proyectos para firmas como IBM, Philips, Pirelli o Rumasa, buques insignia de la internalización del tejido empresarial español

Silla Fisac. Diseñada por Miguel Fisac, 1960. Fabricada por Rafael García en los talleres Precisión Industrial.



La marca Rafael García alcanzó su máxima expansión entre las décadas de los 60 y los 80. Con tienda en la plaza de la Independencia, y una fábrica amplísima altamente especializada en la avenida del Mediterráneo, dió el salto a los grandes proyectos internacionales. Fué en esos años cuando su obra se hizo más ecléctica, incorporando otras fuentes de inspiración, como la estética oriental y la marroquí.

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