La fragilidad que sentimos ante los fenómenos de la naturaleza y nuestra capacidad de adaptarnos a ellos cobran en estos tiempos un especial significado.
Etna fue escogido por Alhambra como nombre de la colección por ser el mayor volcán activo del mediterráneo, su lugar de inspiración. Los materiales y paisajes se presentaban ante nosotros como texturas, colores y relieves homologables a las nuevas telas. Sin querer, nos anticipamos a las imágenes de nuestro volcán y ahora somos aún más conscientes de la naturaleza y toda su fuerza generadora.





